Psicología. Los polos opuestos: mito o realidad en las relaciones humanas. Por qué preferimos lo similar en el amor y la amistad.
La frase «los polos opuestos se atraen» es una creencia comúnmente aceptada cuando hablamos de relaciones sentimentales. Sin embargo, cuando se trata de amistades, solemos buscar personas con quienes compartimos similitudes. Esta disparidad de opiniones ha generado debates entre psicólogos, científicos y expertos en relaciones.
-
- ¿Realmente nos sentimos más atraídos por las personas diferentes a nosotros?
- ¿O preferimos a quienes nos parecemos más, tanto en el plano amistoso como en el amoroso?
¿Ocurre lo mismo en el reino animal?
Antes de sumergirnos en el comportamiento humano, es interesante observar si esta supuesta «atracción por los opuestos» también ocurre en el reino animal. Al igual que los humanos, muchos animales establecen relaciones de amistad y compañerismo que pueden durar años. Estas amistades, aunque menos complejas que las humanas, juegan un papel crucial en la vida social de diversas especies, como los chimpancés, que pasan largos periodos despiojando a sus compañeros, lo que fortalece sus vínculos.
El estudio del comportamiento social en animales revela que, al igual que nosotros, suelen preferir la compañía de individuos con características similares a las suyas. Por ejemplo, chimpancés extrovertidos tienden a relacionarse con otros individuos igualmente extrovertidos, mientras que los más tímidos se agrupan entre sí. Esta preferencia por la similitud también se observa en otras especies, como los papiones, que forman grupos en función de su personalidad.
Las investigaciones respaldan la preferencia por la similitud. Un estudio de 2013 puso el foco sobre las amistades entre chimpancés, encontrando que la personalidad era un factor determinante para la formación de estas relaciones. Chimpancés juguetones se buscaban entre sí, mientras que los más reservados preferían estar con otros de características similares. Este patrón de comportamiento se extiende a diversas especies, lo que sugiere que la similitud, más que la diferencia, es clave para la formación de vínculos sociales.
Al observar a los animales, podemos ver cómo la similitud, no solo en personalidad, sino en factores como tamaño y comportamiento, juega un papel importante en la selección de compañeros, tanto en amistades como en relaciones reproductivas.
¿Y qué pasa con los humanos? ¿Nos atraen los opuestos?
A pesar de la creencia popular, la ciencia muestra lo contrario. Las investigaciones indican que las personas tienden a buscar parejas que les sean similares en diversos aspectos, como personalidad, valores, intereses y hasta rasgos físicos. Un estudio sobre el comportamiento de aves como la barnacla cariblanca y el carbonero reveló que prefieren parejas que compartan rasgos similares en términos de personalidad y tamaño, una tendencia que también se observa en los humanos.
En un estudio realizado por los investigadores Tognetti, Berticat, Raymond y Faurie (2014) en una región rural de Senegal, se descubrió que los individuos elegían parejas que mostraban un nivel similar de cooperación y amabilidad, lo que respalda la idea de que las personas buscan a otros que reflejen sus propios rasgos.
¿Por qué se mantiene el mito de los polos opuestos?
La idea de que los polos opuestos se atraen puede estar relacionada con el deseo de encontrar a alguien que nos complemente. En las películas y la cultura popular, vemos cómo personajes con personalidades opuestas se enamoran y «se equilibran» mutuamente. Esta narrativa romántica alimenta la creencia de que necesitamos a alguien diferente para compensar nuestras debilidades o defectos.
Sin embargo, aunque las diferencias pueden agregar emoción o novedad a una relación, no parecen ser la base de relaciones duraderas. Las similitudes en valores, expectativas y personalidad resultan ser factores mucho más importantes para el éxito a largo plazo.
Similitud: la clave del éxito en relaciones románticas
La teoría de la «hipótesis de la similitud» en psicología sostiene que las personas se sienten más atraídas por aquellos que comparten sus valores, actitudes y rasgos de personalidad. Numerosos estudios demuestran que las parejas que comparten una mayor cantidad de similitudes tienden a experimentar más satisfacción y estabilidad en sus relaciones.
Esto no solo se debe a que es más fácil entenderse con alguien que piensa de manera similar, sino también porque la similitud tiende a reforzar las propias creencias y elecciones de vida, lo que genera una sensación de validación y seguridad en la relación.
Conclusión: ¿Los opuestos realmente se atraen?
A pesar del atractivo de la idea de que «los polos opuestos se atraen», la ciencia sugiere lo contrario. Tanto en el reino animal como en las relaciones humanas, la similitud parece ser la base sobre la que se construyen las amistades y las relaciones amorosas duraderas. La atracción por lo diferente puede ser emocionante al principio, pero las investigaciones muestran que la compatibilidad y las similitudes en rasgos importantes son los verdaderos pilares de una relación exitosa.
Así que, aunque los polos opuestos puedan generar chispas momentáneas, es probable que busquemos a alguien que sea un reflejo de nosotros mismos para construir una relación sólida y duradera.
Bibliografía complementaria:
- Massen, J. (2013). Friendship in chimpanzees: Evidence from shared grooming behaviors. University of Vienna.
- Tognetti, A., Berticat, C., Raymond, M., & Faurie, C. (2014). Preference for Similarity in Cooperative Partnerships in Rural Senegal. Proceedings of the Royal Society B.
- Byrne, D. (1971). The Attraction Paradigm. Academic Press.