trastornos del sueño

¿Por qué no dormimos bien? Descubre los trastornos del sueño que afectan tu vida diaria

Trastornos del sueño: impacto en la calidad de vida y su relación con la salud mental y física. ¿Por qué no dormimos bien? 

El sueño, un proceso esencial

El sueño es un proceso biológico esencial para la vida humana. Durante el descanso nocturno, nuestro cuerpo y mente se regeneran, lo que es clave para el rendimiento cognitivo, emocional y físico. Sin embargo, para muchas personas, dormir bien puede ser un desafío constante debido a los trastornos del sueño, problemas que alteran no sólo la cantidad sino, sobre todo, la calidad del descanso.

Los trastornos del sueño afectan de manera significativa la salud y calidad de vida de quienes los padecen, generando efectos adversos que se manifiestan tanto en la vida diaria como a largo plazo. El insomnio, la apnea del sueño, la narcolepsia, entre otros, pueden desencadenar problemas físicos y mentales, como la fatiga crónica, la depresión y un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares.

¿Qué son los trastornos del sueño?

Los trastornos del sueño son disfunciones que interfieren con la capacidad de dormir bien de manera regular. Estas alteraciones afectan no solo el sueño mismo, sino también la vigilia, y pueden dar lugar a problemas de salud derivados del mal descanso, tanto en el ámbito físico como en el psicológico. Según investigaciones recientes, los trastornos del sueño afectan a aproximadamente un tercio de la población mundial, lo que pone de manifiesto su importancia a nivel de salud pública .

La relación entre los trastornos del sueño y la salud mental ha sido objeto de múltiples estudios en los últimos años. La falta de sueño reparador está vinculada a la aparición de problemas como ansiedad, trastornos del estado de ánimo y deterioro cognitivo. Además, el déficit de sueño crónico está asociado a un aumento de las enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer .

Trastornos del sueño más habituales

1. Insomnio: el más frecuente

El insomnio es uno de los trastornos del sueño más frecuentes, afectando aproximadamente a un 25% de la población en algún momento de su vida. Se caracteriza por la dificultad para conciliar o mantener el sueño, lo que genera cansancio crónico y afecta el rendimiento diario. El insomnio puede estar relacionado con trastornos emocionales como la depresión o la ansiedad, creando un ciclo vicioso que agrava ambos problemas.

Una variante del insomnio es el síndrome de las piernas inquietas, donde los pacientes experimentan sensaciones incómodas en las piernas, lo que los impulsa a moverse, dificultando aún más el descanso adecuado.

2. Apnea del sueño: cuando la respiración se interrumpe

La apnea del sueño es un trastorno en el que la respiración se interrumpe repetidamente durante el sueño. Esta condición, que puede ser obstructiva o central, afecta especialmente a personas con sobrepeso, aunque también puede presentarse en individuos sin factores de riesgo evidentes. Las pausas respiratorias provocan despertares constantes, fragmentando el sueño y evitando que la persona alcance las fases profundas del mismo, lo que repercute directamente en la calidad del descanso.

La apnea del sueño no tratada puede llevar a complicaciones graves como la hipertensión, arritmias, ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares.

3. Narcolepsia: sueño repentino e incontrolable

La narcolepsia es una rara afección neurológica en la que el cerebro no regula adecuadamente los ciclos de sueño y vigilia. Esto provoca que las personas afectadas sufran episodios repentinos de somnolencia intensa y, en ocasiones, ataques de sueño incontrolable en cualquier momento del día. Los narcolépticos pueden quedarse dormidos mientras conducen, trabajan o incluso hablan.

Este trastorno está relacionado con la cataplejía, una condición en la que la persona experimenta parálisis muscular súbita sin perder la conciencia, a menudo desencadenada por emociones intensas como la risa o el miedo.

4. Trastornos del sueño REM: el cuerpo en movimiento

Durante la fase REM (Rapid Eye Movement), el cerebro genera sueños vívidos mientras el cuerpo permanece paralizado para evitar que actuemos lo que soñamos. Sin embargo, en algunas personas, esta parálisis no se produce de manera adecuada, lo que lleva a comportamientos activos durante el sueño, como levantarse, gritar o incluso agredir a quienes están cerca.

Este trastorno es de particular interés ya que se ha vinculado con el desarrollo de enfermedades neurodegenerativas, como el Parkinson y la demencia por cuerpos de Lewy.

5. Trastornos de sueño de ondas lentas: sonambulismo

En la fase de sueño de ondas lentas, algunas personas presentan conductas anormales, como el sonambulismo, en el que se levantan y caminan mientras duermen sin ser conscientes de ello. Esta condición puede estar provocada por el estrés, la fatiga o el consumo de alcohol. En adultos, el sonambulismo puede estar asociado a trastornos psiquiátricos como la esquizofrenia .

Tratamientos

El tratamiento para los trastornos del sueño varía según su naturaleza. En el caso del insomnio, la terapia cognitivo-conductual ha demostrado ser altamente eficaz, ayudando a los pacientes a identificar y modificar los pensamientos y comportamientos que perpetúan el problema. Para la apnea del sueño, la CPAP (Presión Positiva Continua en las Vías Respiratorias) es un dispositivo que ayuda a mantener las vías respiratorias abiertas durante la noche, evitando las interrupciones en la respiración.

En los casos de narcolepsia, los medicamentos estimulantes y la modificación del estilo de vida pueden mejorar significativamente la calidad de vida del paciente. En cuanto a los trastornos del sueño REM y de ondas lentas, la combinación de terapias farmacológicas y psicológicas puede ser beneficiosa.

¿Quieres saber más?

Los trastornos del sueño son una problemática de salud pública que afecta a millones de personas en todo el mundo. El impacto de no dormir bien se manifiesta tanto en el corto como en el largo plazo, deteriorando la calidad de vida y aumentando el riesgo de padecer enfermedades físicas y mentales. Es fundamental reconocer los síntomas y acudir a profesionales para obtener un diagnóstico y tratamiento adecuados, con el fin de mejorar la calidad del sueño y, por ende, la salud integral de la persona.

Bibliografía complementaria:

  1. Morin, C. M., & Espie, C. A. (2019). The Oxford Handbook of Sleep and Sleep Disorders. Oxford University Press.
  2. Sateia, M. J. (2014). International Classification of Sleep Disorders. Chest, 146(5), 1387-1394.
  3. American Academy of Sleep Medicine. (2021). The AASM Manual for the Scoring of Sleep and Associated Events. Darien, IL.