solidaridad

¿Qué es la solidaridad y por qué necesitamos más de ella hoy día?

Solidaridad: naturaleza, historia y tipos para la cohesión social. 

La solidaridad es un concepto profundamente enraizado en la naturaleza humana, que se manifiesta en los actos de apoyo mutuo, la empatía y la responsabilidad compartida. Sin embargo, este valor no se limita solo a ayudar a los cercanos o a quienes son como nosotros; abarca también el conectar y colaborar con personas de diferentes etnias, clases sociales, nacionalidades y estilos de vida.

¿Qué es la solidaridad?

El concepto de solidaridad ha evolucionado a través del tiempo, pasando de un término jurídico a un valor social y moral. En la Antigua Roma, el término «in solidum» hacía referencia a una obligación jurídica compartida, en la que todos los miembros de un grupo debían responder por las deudas o compromisos que adquirían. Este sentido de responsabilidad recíproca formó la base de la noción moderna de solidaridad, que implica tanto la unión entre individuos como su responsabilidad mutua.

Numerosos filósofos han explorado el sentido de este valor, llegando a la conclusión de que el concepto de solidaridad es mucho más amplio que la simple empatía o las acciones altruistas: es un lazo que une a los individuos en la búsqueda del bien común, y un pilar de cohesión social en situaciones de adversidad o conflicto.

Tipos de solidaridad

Durkheim identificó dos formas principales de solidaridad: la solidaridad mecánica y la solidaridad orgánica, que evolucionan en función del tipo de sociedad y del nivel de especialización de sus miembros. Estos tipos se suman a la noción de solidaridad social, una forma de apoyo natural e instintivo que promueve la cooperación y el cuidado mutuo en cualquier grupo.

1. Solidaridad mecánica

Este tipo de solidaridad es característico de las sociedades tradicionales o menos complejas, en las que los miembros comparten rasgos comunes como religión, etnia, cultura o un estilo de vida particular. En estas comunidades, la solidaridad se basa en la identificación con los demás y en un sentido compartido de pertenencia. Es el tipo de solidaridad que encontramos en pequeñas comunidades rurales, donde todos los miembros tienen roles similares y colaboran para el bienestar de todos.

La solidaridad mecánica se relaciona con la uniformidad y cohesión que facilita la cooperación sin mayores conflictos de interés, y, aunque pueda parecer un rasgo de sociedades pasadas, sigue vigente en el ámbito familiar y en círculos sociales íntimos de las ciudades modernas.

2. Solidaridad orgánica

La solidaridad orgánica surge en sociedades modernas y complejas, en las que existe una división social del trabajo. En estas sociedades, cada individuo desempeña un rol especializado, y el bienestar de la comunidad depende de que cada uno cumpla con su función. Un médico, un docente y un agricultor, por ejemplo, tienen ocupaciones diferentes, pero todos dependen unos de otros para el funcionamiento de la sociedad.

Este tipo de solidaridad se basa en la interdependencia y la cooperación, y permite que personas con antecedentes, intereses o creencias diversas puedan colaborar y convivir en un sistema social. La solidaridad orgánica es, entonces, una forma de cohesión social adaptada a la complejidad de las sociedades actuales y a su pluralidad.

3. Solidaridad social

La solidaridad social se basa en el deseo instintivo de ayudar a los demás, tal como lo planteó Kropotkin en su teoría de la ayuda mutua. Esta forma de solidaridad no exige una obligación legal o un interés común, sino que surge de la empatía y el deseo de colaborar. Este tipo de solidaridad se manifiesta en las organizaciones y grupos religiosos o humanitarios que ayudan a personas sin importar su origen, creencias o antecedentes, y es esencial en situaciones de crisis o conflicto.

Un ejemplo claro de solidaridad social son los grupos de voluntarios que ayudan en desastres naturales o conflictos internacionales, como los refugiados o personas desplazadas, poniendo el bienestar de otros por encima de sus diferencias culturales, sociales o ideológicas.

La solidaridad como necesidad en la sociedad actual

Vivimos en un mundo cada vez más interconectado, en el que los problemas globales requieren soluciones colaborativas. La solidaridad se convierte así en una herramienta poderosa para superar desafíos comunes, como la pobreza, el racismo, la xenofobia, la homofobia y el cambio climático. La solidaridad es la base de los movimientos sociales, que buscan proteger y defender los derechos de colectivos afectados por la marginación o la discriminación.

Durkheim señala que los momentos de crisis y conflicto permiten que afloren los principios de solidaridad, ya que en estas situaciones las personas tienden a unirse para apoyarse mutuamente y buscar soluciones comunes. Un claro ejemplo de esto fue la pandemia del Covid-19, durante la cual las personas mostraron solidaridad al adoptar medidas de prevención, ayudar a los más vulnerables y colaborar en campañas de vacunación.

 Solidaridad y bioética

En el ámbito de la bioética, la solidaridad también es un principio esencial. La bioética se basa en el respeto a la dignidad humana y el bienestar de todas las formas de vida, y la solidaridad se extiende así a la responsabilidad de proteger a los animales y al medio ambiente. Este enfoque amplio del concepto de solidaridad resalta la importancia de cuidar del planeta, de las futuras generaciones y de todas las formas de vida, como un acto de respeto y responsabilidad compartida.

La importancia de la solidaridad en tiempos de cambio

Hoy, más que nunca, la solidaridad es un valor necesario para construir un futuro más justo y equitativo. La solidaridad no solo se trata de ayudar a quienes nos rodean, sino de construir puentes de comprensión y apoyo entre personas de distintas culturas, creencias y estilos de vida. La sociedad moderna necesita de todos los tipos de solidaridad, tanto la que surge de la identificación común, como la que se construye a partir de la interdependencia y la empatía.

Saber más

Hoy, más que nunca, comprender el valor y el poder de la solidaridad es crucial para enfrentar los desafíos de un mundo cada vez más globalizado y diverso. Veamos en profundidad la historia y las diferentes manifestaciones de la solidaridad, así como su importancia en la sociedad actual.

Bibliografía complementaria:

  • Durkheim, E. (1893). The Division of Labor in Society.
  • Kropotkin, P. (1902). Mutual Aid: A Factor of Evolution. William Heinemann.
  • Aristóteles. Ética a Nicómaco. Fondo de Cultura Económica.