¿Tienes celos? Descubre cómo superarlos en una relación que empieza: causas, impacto y estrategias de gestión emocional.
Los celos son una emoción que, aunque incómoda, forma parte de la experiencia humana. En las relaciones de pareja, sobre todo al principio, pueden surgir con facilidad debido a la incertidumbre y a la construcción aún incipiente de la confianza mutua. Pero, ¿qué hacer cuando los celos empiezan a interferir en tu vida o en tu relación?
¿Por qué sentimos celos?
Los celos suelen definirse como una emoción que emerge cuando se percibe una amenaza hacia algo que consideramos valioso o deseado, como una relación. Aunque a menudo los asociamos con las parejas, también pueden darse en otras dinámicas sociales como amistades o el ámbito laboral. Sin embargo, en el caso de las relaciones románticas, los celos pueden ser especialmente intensos y están influenciados por múltiples factores.
- Inseguridad y falta de confianza
Cuando una relación comienza, ambas personas aún están conociéndose. Si no existe suficiente confianza, las dudas y la incertidumbre pueden dar paso a los celos. En muchos casos, estas emociones están estrechamente relacionadas con la autoestima: una persona que no confía en sus propias capacidades puede sentirse más vulnerable a perder a su pareja. - Historias pasadas
Las experiencias previas, como haber sufrido una infidelidad o haber crecido en un entorno donde el apego era inseguro, también pueden predisponer a sentir celos. Estas vivencias generan patrones emocionales que, sin un trabajo consciente, se replican en nuevas relaciones. - Miedo a la soledad
Para algunas personas, el temor a estar solas o la creencia de que no encontrarán a «nadie más» como su pareja actual, puede alimentar los celos. Este miedo es especialmente común en quienes dependen emocionalmente de su relación para sentirse completos. - Necesidad de control o posesión
La idea errónea de que nuestra pareja nos pertenece, o que debemos conocer cada detalle de su vida, también puede ser un caldo de cultivo para los celos. Este enfoque no solo es insano, sino que obstaculiza la confianza mutua y la libertad individual dentro de la relación.
Celos y salud mental
En algunos casos, los celos pueden estar relacionados con rasgos de la personalidad o incluso con trastornos específicos. Las personas con tendencias paranoides, por ejemplo, pueden tener dificultad para confiar y tender a interpretar de manera negativa o malintencionada las acciones de los demás, incluyendo a su pareja.
Por otro lado, los celos patológicos (también conocidos como celotipia o síndrome de Otelo) son reconocidos en el DSM-5 como un subtipo de trastorno delirante. Se caracterizan por pensamientos obsesivos e incontrolables sobre posibles traiciones, lo que genera un sufrimiento significativo y afecta gravemente la relación. En estos casos, la ayuda psicológica profesional es esencial.
Estrategias para gestionar los celos
Aunque los celos son naturales en cierto grado, gestionarlos adecuadamente es fundamental para construir relaciones saludables. A continuación, presentamos algunas estrategias prácticas:
1. Acepta tus emociones y responsabilízate
Es importante reconocer que sentir celos no te convierte en una mala persona ni significa que tu relación esté condenada. Lo clave es asumir la responsabilidad de esa emoción y trabajar en ella, en lugar de culpar a tu pareja o a ti mismo de manera excesiva. Reflexiona sobre qué desencadena tus celos y busca herramientas, como la autocompasión, para gestionar esas emociones.
2. Identifica y desafía tus pensamientos intrusivos
Los celos suelen venir acompañados de pensamientos irracionales, como imaginar escenas de infidelidad o traición sin fundamento. Cuando esto ocurra, pregúntate: “¿Hay evidencia real de que esto esté sucediendo o es solo mi ansiedad hablando?”. Aprender a distinguir entre hechos y suposiciones reducirá el impacto de estos pensamientos.
3. Trabaja en tu autoestima
La seguridad emocional empieza por el amor propio. Dedica tiempo a conocerte, identificar tus fortalezas y trabajar en tus áreas de mejora. Al valorarte más, dependerás menos de la validación externa y te sentirás más seguro en la relación.
4. Fortalece la confianza mutua
Construir confianza no ocurre de la noche a la mañana, pero pequeños actos, como cumplir con tus promesas y comunicarte con claridad, pueden marcar una gran diferencia. Una pareja que se siente segura mutuamente tendrá menos motivos para dudar del otro.
5. Habla abiertamente con tu pareja
Aunque abrirse puede ser difícil, compartir tus emociones con tu pareja de manera honesta y respetuosa puede fortalecer la relación. Explicar cómo te sientes, sin culpas ni reproches, permitirá que ambos trabajen en conjunto para superar las dificultades.
6. Establece límites claros
Si hay situaciones que te generan inseguridad, habla con tu pareja y establece límites. Esto no significa controlar sus acciones, sino comunicar lo que necesitas para sentirte cómodo y protegido emocionalmente.
7. Evita comportamientos tóxicos
Acciones como revisar el teléfono de tu pareja o intentar provocarle celos son contraproducentes y solo aumentarán la desconfianza. En lugar de exacerbar la inseguridad, enfócate en reforzar aspectos positivos de la relación.
Saber más…
Los celos, aunque incómodos, pueden ser una oportunidad para crecer tanto individualmente como en pareja. Reconocerlos, gestionarlos y trabajar en conjunto permite construir relaciones basadas en la confianza, el respeto y el amor mutuo.
Bibliografía:
- Bowlby, J. (1988). A Secure Base: Parent-Child Attachment and Healthy Human Development. Basic Books.
- Gottman, J., & Silver, N. (2015). The Seven Principles for Making Marriage Work. Harmony Books.
- Beck, A. T., & Emery, G. (2005). Anxiety Disorders and Phobias: A Cognitive Perspective. Basic Books.